EL FRAUDE DEL COACHING EMPRESARIAL.
El
tema del coaching se ha convertido en una moda que pareciera que cualquier
persona puede ejercer y esto es verdad. Basta certificarse en alguna pseudo institución
"calificada" quien sabe por quién, para que una persona carente de
especialización en una profesión se convierta y obtenga el glamoroso título de
"Coach", gurú, guía de vida o especialista en procesos que por
supuesto desconoce.
Certificarse
como coach para guiar a otros, que seguirán la misma suerte, no exige una
preparación, una maestría o doctorado. Basta asistir a un "cursillo"
para poder obtener un "diploma" avalado por alguna pseudo-federación
nacional o internacional de entrenadores de vida.
El
término "Coaching" es un anglicismo que procede del verbo inglés to
coach, «entrenar» es un método que supuestamente consiste en acompañar,
instruir y entrenar a una persona o a un grupo de ellas, con el objetivo de
conseguir alguna meta o de desarrollar habilidades específicas.
En
teoría, el coaching es un proceso interactivo mediante el cual el coach o
entrenador y la persona o grupo implicados en dicho proceso buscan el camino
más eficaz para alcanzar los objetivos fijados usando sus propios recursos y
habilidades. Nada más fraudulento y falso, pues un individuo con un breve curso
de coaching, no puede enseñar a un profesionista, cosas inherentes a la materia
en que éste es especialista. Ahora resulta que un psicólogo es experto en
producción, leyes, contabilidad, servicio al cliente, recursos humanos, ingeniería,
maquilador, contador, en fin un todólogo.
Los
definidores del Coaching sostienen que se trata de una metodología que consigue
el máximo desarrollo profesional y personal de las personas y que provoca una
profunda transformación, generando cambios de perspectiva y aumento del
compromiso y la responsabilidad, lo que se traduce en mejores resultados,
supuestamente para las empresas.
Asimismo,
que es un proceso sistemático que facilita el aprendizaje y promueve cambios
cognitivos, emocionales y conductuales que expanden la capacidad de acción en
función del logro de las metas propuestas (no existen indicadores que así lo
demuestren).
Veamos:
las empresas carecen de sistemas de selección de personal eficaces. Se tiene
que desde esa selección se contrata a personas no calificadas. El entrevistador
de un aspirante desconoce totalmente su capacidad profesional, simple y
sencillamente porque un administrador, licenciado en relaciones laborales,
psicólogo o similar, desconoce lo que hace un contador, un ingeniero, un
abogado, doctor, un programador, etc.
Resulta
que tras una pésima selección de un aspirante, posteriormente se intentará
entrenarlo por medio de un coach contratado por la empresa, que tampoco es un
especialista, sino en el mayor de los casos, es un profesionista desempleado
pero con una fabulosa acreditación de coach.
Obviamente,
los acreditados con estos cursillos, sostendrán su profesionalismo y venderán
la idea de aumento de productividad a las empresas. Nada más tóxico y viral que
la ignorancia de estos pesudoprofesionales.
Los
hechos hablan. A diferencia de los pequeños despachos que ofrecen sus servicios
de coaching, existen verdaderas empresas de consultoría. Se trata de entes
jurídicos interdisciplinarios cuyos miembros son profesionistas con grados
académicos superiores a un simple diplomado o acreditación sin reconocimiento
oficial, cuya capacidad profesional les permite detectar las fallas que
presentan áreas específicas de una empresa ahora llamadas "áreas de
oportunidad".
En
efecto, como no existe ningún método universal que haya demostrado que pueda
mejorar los beneficios económicos de una empresa, el coaching no necesita
demostrar ser eficaz ni mejor que otro procedimiento para venderse. Al igual
que el consumidor de medicina mágica esotérica, no necesita pruebas científicas
de su eficacia, el coach sólo necesita que el comprador de su servicio crea que
va a funcionar.
Para ser coach, no sólo vale querer serlo,
sino también parecerlo. Una buena forma de conseguir el respeto y la confianza
de los futuros clientes es utilizar de forma habitual las siguientes palabras y
frases, que nadie saben realmente lo que significan pero que dará un empaque
tremendo a lo que dices: desarrollo personal, crecimiento, potencial, superar
los límites, crear una nueva visión, despertar, desarrollo espiritual,
plenitud, transformación personal, nueva perspectiva, proceso creativo,
reinventarte, conciencia, inspiración, energía positiva, bienestar, felicidad,
talento, gestionar las emociones, holística. No falla.
Las
nuevas y creativas empresas que ofrecen sus servicios de coaching empresarial,
lo dividen como sigue:
1.-
Ejecutivo. También se le conoce como coaching de vida, este tipo se enfoca
en el desarrollo del individuo y su rol en la organización, es decir, se
encarga de desarrollar las capacidades necesarias que le permita desempeñar
mejor su labor dentro de las organizaciones, siempre con un objetivo en mente:
beneficiar a la empresa.
Crítica: Por supuesto que algún
profesionista que cuenta con una simple acreditación de coach puede enseñarle a
un director de empresa cómo conducirse por la vida, cómo mejorar la
productividad de la empresa y cómo entender la problemática de la fuerza
laboral. Sólo se requiere a un abogado, psicólogo, administrador, o sociólogo
con diploma de coach para enseñarle a Bill Gates a elaborar programas para
computadoras, o bien para enseñarle a Carlos Slim cómo ser un mejor jefe para
aumentar sus cuentas bancarias.
2.- Laboral y Personal.- Estas dos
variantes de coaching suelen ser aplicadas para la orientación y desarrollo
personal. El coaching laboral va dirigido a aquellas personas que no se encuentran
satisfechas con su desarrollo profesional, también para las que han perdido la
motivación en lo que hacen o que no encuentran una ruta profesional. Si no
sabes hacia dónde dirigirte profesionalmente, este es el tipo de coaching que
necesitas.
Crítica.- Como el coach ha participado
en todas las empresas, sabe perfectamente cuáles son las áreas de oportunidad a
desarrollar por todos los trabajadores de éstas. Realmente puede convencer a la
fuerza laboral de que recibe excelente sueldo y prestaciones y que no requiere
de más para vivir en armonía y feliz. En este caso el diploma de un coach le
permite convencer a los trabajadores, entender sus problemas, proporcionarle
todas las herramientas para que pueda mágicamente ascender de puesto y, por qué
no, llegar a ser presidente o vicepresidente de la misma, al fin y al cabo,
detectando el área de oportunidad, ese trabajador desmotivado, puede
potencialmente crecer y llegar a ser el propio dueño de la empresa para la que
labora.
3.- De
liderazgo.- Se encarga de desarrollar a los ejecutivos las características
necesarias para convertirlos en líderes.
Crítica:
Totalmente de acuerdo, un coach cuenta con un diploma que lo acredita como
psicoanalista, motivador y formador de formadores. No debemos perder de vista
que los entrenados también recibirán su certificación y podrán a su vez
convertirse en entrenadores profesionales, aptos para visualizar los
requerimientos de la corporación
Los
anteriores son sólo unos cuantos de los tipos de coach empresarial que ofrecen
las dizque empresas capacitadoras.
El
gran fraude de estas empresas de coaching radica en hacernos creer que sus
consultores podrán ofrecernos el entrenamiento necesario para que nuestro
negocio prospere, sin tener ningún conocimiento de administración, derecho
corporativo, laboral, etc.
Antes
de contratar a una empresa de coaching se debería indagar quiénes son sus
socios, qué grados académicos han obtenido, qué puestos han desempeñado en la
iniciativa privada o pública, cuáles empresas se han beneficiado con sus cursos
y a cuánto han ascendido sus ganancias o productividad, así como qué organismo
gubernamental avala sus cursos.
M.
en D. Lic. Roberto Sáenz García.